11 de agosto de 2012

Castillo de Coca

La villa de Coca


Villa asentada en la comarca conocida como Tierra de Pinares, sobre una meseta junto a la confluencia arbolada de los ríos Eresma y Voltoya, de larga historia, ya que los primeros vestigios de la presencia humana se remontan a la edad del Bronce Antiguo, pero el primer dato documental que existe (año 151 a.C.), se corresponde con la dominación del imperio romano y bajo el nombre de Cauca. Cabe destacar que en esta villa nació el emperador Teodosio El Grande.

Después llegaron también visigodos y musulmanes, siendo reconquistada por Alfonso VI en 1.086.
Todos estos pobladores fueron dejando su huella en forma de construcciones y podemos considerar los siguientes monumentos como los más importantes de la villa:

Torre de San Nicolás, declarada Monumento Histórico-artístico Nacional en 1.931, su construcción es de mampostería y ladrillo. Su uso más importante fue el militar, como puesto de observación y vigilancia.

Murallas medievales, que en su día rodeaban la ciudad. Hoy sólo quedan en pie unos 200 metros.

Verracos prerromanos, son representaciones de animales, labradas en granito y su función era delimitar extensas áreas de pastoreo. En la ciudad encontramos tres esculturas zoomorfas prerromanas. Dos de ella, se pueden observar en la parte exterior de la muralla, junto a la puerta de la Villa. La otra, se encuentra empotrada en uno de los muros del recinto exterior del castillo.

Puerta de la Villa, es la única que se conserva de las tres que existieron, antiguamente llamada Puerta de Segovia.

Iglesia de Santa María la Mayor, es la única que se conserva de las ocho con que contara la villa.

Existe un tramo de calzada romana, que era un ramal de la vía XXVI, que unía el núcleo urbano con la Villa de los Flavios. Daba entrada a la Puerta Norte, y fue única entrada al municipio por esta zona hasta el siglo XIX.

Cloaca romana, descubierta al realizar la obra de apertura de la carretera de bajada al puente grande, a finales del siglo XIX. Se tiene constancia de que fue utilizada tanto en el bajo como en el alto imperio.

Edificio romano y manantial de los cinco caños, se trata de un edificio altoimperial, del siglo I ó II d.C. de funcionalidad no conocida, pero que sin lugar a dudas tenía relación con el agua. Podría haber sido una vivienda con termas ó una gran fuente monumental.

Ermita de Santa Rosalía, ha permanecido abandonada desde mediados del siglo pasado. Fue fundada en 1718, está construido en ladrillo, posee una importante galería y una pequeña torre en uno de sus extremos.

Castillo de Coca, es uno de los monumentos más destacados de la Comunidad de Castilla y León, seguramente junto al Alcazar de Segovia, la fortificación o castillo más curioso y original de la provincia y probablemente de la región.
Grabado siglo XVII

Sus importantes proporciones, su fábrica de ladrillo que concilia de forma armoniosa su funcionalidad y belleza y su importante despliegue decorativo en el interior (posee uno de los mejores conjuntos de pinturas mudéjares, tanto interiores como exteriores), entre otros confieren a esta construcción militar un especial atractivo.

Su construcción se debe a Don Alonso de Fonseca, sobrino del arzobispo de Sevilla de mismo nombre que fue quien recibió el permiso real para la construcción del castillo.
En 1928, la Dirección General de Bella Artes, lo declaró Monumento Histórico Nacional , adscrito al Tesoro Artístico Español. En 1954 fue cedido al Ministerio de agricultura para la instalación de una Escuela de Capacitación forestal que sigue funcionando en la actualidad. Se puede llegar hasta sus puertas en coche.

Información:
Las visitas guiadas al castillo las lleva Acture de Coca SC, Tel: 617.573554 con el siguiente horario*:
  • Mañanas de 10,30 hrs. a 13,00 hrs.
  • Tardes de 16,30 hrs. a 18,00 hrs.
*Estos horarios pueden sufrir modificaciones

Bibliografía y enlaces recomendados:
"Coca y sus monumentos". Cámara Muñoz, Guzmán. Segovia 1990.
http://www.descubrecoca.com/
http://www.castillodecoca.com/


El Castillo


El Castillo de Coca, pese a ser un edificio singular tanto por su admirable concepción militar como por su ornamentación, y pese a ser mencionado por grandes especialistas en la historia del arte, no ha sido objeto de ningún estudio monográfico en profundidad.

Situado en la alta meseta limitada por la confluencia de los ríos Eresma y Voltoya, es, sin duda, el mejor castillo de estilo mudéjar construido durante el siglo XV, con perfecta  simbiosis entre su carácter militar y su aspecto ornamental de casa-palacio.
Así, desempeña las dos funciones, de unidad fortificada y de residencia señorial, cumpliendo el afán propagandístico de poder como era característico entre los nobles de la Baja Edad Media, junto al objetivo más real de auténtica defensa física.

El castillo de Coca, abierto en su parte occidental hacia el valle formado por el gran río segoviano y su afluente, no parece justificar su construcción en este emplazamiento para cualquiera que se dirija hacia él desde la meseta castellana, al no localizarse en una zona alta idónea para situar una atalaya con fines defensivos. La cosa cambia cuando el visitante se encuentra situado en sus proximidades y descubre el ancho y profundidad del foso que lo circunda por este lado, de dimensiones sin precedentes, totalmente revestido de ladrillo.


Así, desde cierta distancia, el castillo presenta un perfil relativamente bajo, resultando un blanco difícil para la artillería que no se habría podido dirigir hacia sus partes bajas y vulnerables sino con disparos de alta trayectoria y, por tanto, poca fuerza destructiva, hablándonos de una perfecta adaptación al terreno y a un profundo estudio militar de defensa, de construcción de castillo «alamborado», es decir dentro del foso.

El edificio, cuya puerta principal del recinto exterior se unia con la villa de Coca y su muralla por un puente levadizo, se compone de una planta cuadrangular con espectacular conjunto de doble recinto y torres que dan movimiento al edificio, donde destaca la Torre del Homenaje.

El recinto exterior, cuya parte sudeste aún presenta una fábrica de mampostería prolongación de la muralla de la villa, consta en sus ángulos de cuatro torres octogonales, cuyos vértices se refuerzan por grandes garitones poligonales rematados en puntas de diamante, recordando a la Torre del Clavero en Salamanca.
Los garitones también se repiten rítmicamente en los paños que unen las torres, pero esta vez con planta cilíndrica con remate en forma de cono.

La puerta principal, dirigida hacia el este, de lóbulos invertidos, está flanqueada por otros dos torreones ochavados. En el extremo opuesto del recinto exterior se encuentra otra gran puerta, ahora inutilizada, que podría ser la única que existiera primitivamente, obligando a los visitantes al castillo a efectuar un recorrido previo a lo largo del muro y a la vista de los defensores, debido al escarpe existente por ese lugar.

Todo el conjunto, combinando perfectamente su carácter defensivo con el decorativo, está rematado por una crestería de pequeños arquillos de medio punto, que hacen función en ocasiones de matacanes.

Los aspectos defensivos del castillo se refuerzan con un sistema de troneras que ofrecen protección de cualquier ángulo. En este castillo, que fue perfectamente planeado desde el punto de vista militar el talud del recinto interior no sólo servía para reforzar la muralla, sino para hacer rebotar entre los sitiadores los proyectiles arrojados desde las almenas; además, una escala apoyada contra él tenía que estar inclinada con un ángulo mayor, por lo que era menos vulnerable al ataque desde aquellas.

La puerta que da acceso al recinto interior está situada tras un recorrido en recodo respecto a la entrada principal y defendida por la Torre del Homenaje, a cuya protección se acoge.. Esta portada, que daba acceso a un patio destruido en el siglo XIX, está formada por un arco carpanel o apainelado, sobremontado por otro mayor de tipo ojival o apuntado.
Toda la planta de este recinto interior; cuyo núcleo quedó completamente destruido, es también cuadrangular.
La gran Torre del Homenaje se sitúa en el ángulo más próximo a la villa de Coca, ya por ser la zona más comprometida de defensa, ya por un afán de ostentación respecto a la población de vasallos dependientes del señor del castillo.
En sus restantes ángulos, tres torres poligonales enlazadas por adarves (pasillos estrechos almenados protegidos del exterior) con la misma decoración que todo el conjunto: remate de matacanes y merlones.

Sus muros son de espesores diversos, llegando a alcanzar los tres metros y medio en algunas partes. Los ladrillos constituyentes de todas sus fábricas, y que supusieron una cantera inagotable para la construcción en la villa a raíz de su abandono y saqueo durante mucho tiempo.

El acceso al interior del castillo se realizaba a través del patio por la torre noroeste, donde la escalera en la actualidad es sensiblemente más ancha, desde el piso superior partían todas las entradas, incluida la de la Torre del Homenaje, desde allí se comunicaba con sus plantas inferiores, manteniendo las partes domésticas y defensivas separadas por completo, como edificio bien organizado de la segunda mitad del siglo XV.

Lamentablemente, si es conocida por su conservación aceptable la parte defensiva de este castillo, la parte noble, lugar de la vivienda permanente, adecuada a fiestas y recepciones, y su correspondiente zona de servicios, en el interior, se ha perdido en gran parte. Se abriría al patio del siglo XVI, y en el resto que queda, que es el correspondiente a las torres y sus corredores de enlace, se suceden los pasadizos y habitaciones con todo un muestrario de bóvedas del tardo-gótico: de cuarto y medio cañón, apuntadas o de arista, de media naranja, vaídas, de rincón de claustro, esquifadas, de nervios Las zonas más importantes, ya por su amplitud, ya por su uso, son las correspondientes al interior de las torres de los ángulos, con cuatro pisos superpuestos.
Así, por ejemplo, la Torre del Homenaje, consta de tres salones cuadrangulares de 6 m de lado cada uno bajo los cuales se encuentra situada la capilla de idénticas dimensiones.
En cambio, la Torre de Pedro Mata, llamada así popularmente por el nombre del más cumplido caballero al servicio de los Fonseca, tiene tres estancias circulares y una poligonal, la inferior dedicada a prisión cuyo único acceso lo constituía el orificio central de su techo.

Ornamentación


El profundo mudejarismo del castillo de Coca se manifiesta, sobre todo, en el espíritu que impera en su ornamentación, de ahí su importancia, que hace de este edificio un ejemplo singular que exige un estudio más profundo de su decoración.
No sería el único especimen en su decoración mudéjar ilusionista, pero las aspiraciones restauradoras de los arquitectos del siglo XIX (y que aún perduran en muchos casos en nuestros tiempos) por descubrir las fábricas a pesar de que con ello dejen sin protección frente a la agresión climática paramentos que nunca se pensaron estuvieran a la vista, nos han privado de otras decoraciones, ocultas bajo distintos encalados posteriores
Se ha achacado como defecto al castillo de Coca el haber sido construido en ladrillo (este era el concepto que se tenía en una época muy poco posterior a su construcción). En realidad, la durabilidad de este «pobre material» esta probada en este edificio. La parte que más ha sufrido ha sido precisamente la realizada con materiales nobles, que incitan a su sustracción, venta y desaparición.
Pero, por otro lado, el ladrillo era el único material que hubiera permitido el juego de decoración que el alarife que lo erigió quería conseguir; ningún otro material se hubiera amoldado a las combinaciones realizadas, unas veces cubierto con mortero, otras veces a la vista y en contraste con su propia llaga.
Este monumento no sólo se ha construido en ladrillo sino que en él, se ha realzado la capacidad decorativa de este material.

¿Cuál podría ser la datación de esta ornamentación?
No se conoce ningún documento que nos cite exactamente los años de su realización, pero hay que considerar que, un revestimiento que se aplica tanto por su función decorativa como protectiva hacia el material de construcción, se trabaja justo en el momento en que ha finalizado la fase constructiva. Si el castillo fue realizado en distintos tiempos a lo largo del último cuarto del siglo XV, los morteros decorados
También se realizarían en varios plazos, ya rayando con el cambio de siglo; mucho más tarde tampoco parece adecuado datarla, teniendo en cuenta el estilo en que se encuadra esta ornamentación.

En el castillo de Coca todo está profusamente decorado, llegando esa ornamentación a invadir todos los espacios, tanto el exterior como el interior, aspilleras, corredores, jambas y dinteles de puertas y ventanas, etc. No se trata de un sólo tipo de decoración, sino del uso combinado de cuatro técnicas ornamentales para conseguir confundir al espectador, en un despliegue de conocimientos del buen hacer del siglo XV, del abanico de posibilidades que ofrecían las técnicas de ornamentación mudéjares, de un manierismo que lleva al límite los recursos técnicos.
Por un lado nos encontramos la ornamentación de la zona superior de los muros exteriores, realizada con el propio ladrillo recortado, aplantillado, colocado en distintas posiciones, podríamos llamarla la ornamentación escultural- arquitectónica.
La segunda técnica consiste en mostrar tambien el propio ladrillo, pero falseando y dibujando sus contornos mediante la llaga de mortero, que a veces se sobrepone a la propia superficie del ladrillo, o a veces está trabajado con línea central, pulido, recortado en ángulo, o dejando libre el perímetro de áquel. Es la ornamentación por medio de la llaga.
Por razones obvias de protección del propio material ladrillo, para favorecer su duración, muchas veces está recubierto por un enfoscado o enlucido.
Y entonces, en el castillo de Coca nos encontramos con dos decoraciones diferentes:
En la primera, se pueden observar dibujos grabados, es el tipo de ornamentación grabada.
Por último, sobre la capa de mortero, se puede utilizar el color en la ornamentación pintada, muchas veces en imitación ilusionista de las propias hiladas de ladrillo, de medidas semejantes a las originales, a veces, simulando un despiece de sillares o las dovelas de un arco, o utilizando el color en un sentido libre de creación decorativa.
En cuanto a los motivos utilizados en estos dos casos de ornamentación se podrían agrupar en geométricos, arquitectónicos, epigráficos, heráldicos, vegetales, simbólicos y zoomorfos, siendo, en este monumento, los más abundantes los dos primeros, y no existiendo la representación humana.

En esa decoración pintada se ha trabajado utilizando solamente tres colores, el propio del mortero, el rojo almagre (tierra natural de óxido férrico, y en ocasiones, el negro de humo.
Muchas veces, antes de aplicar estos colores, en el mortero aún fresco se ha trazado primero el dibujo por medio de la técnica del grabado, por lo menos en las líneas principales, para lograr la estructuración general del diseño. Observando este grabado con atención podemos detectar los puntos centrales de los arcos realizados con cuerda a modo de compás, o las líneas verticales y horizontales que se marcan al soltar con cierto impulso la cuerda tendida entre dos extremos; otras veces, ese grabado es la trasposición rápida de un motivo repetitivo diseñado previamente sobre un papel.

En el castillo de Coca el mortero elegido, aplicado en dos capas, está compuesto por yeso, material más común en la zona, de terrenos sedimentarios, que la piedra calcárea de la que se puede extraer la cal. El yeso, unido al uso obligado de la pintura «al seco» (por no tratarse de un mortero de cal y arena, que hubiera permitido la pintura al fresco), que conlleva la técnica del temple para la aplicación de los colores, ha provocado una mala conservación a través del tiempo, ya por la patología húmeda, sobre todo en el exterior por la acción del clima, ya por el abandono a que se ha visto sometido.
De la decoración exterior dice Torres Balbás  que «el contraste entre la desnudez de sus muros y la coronación, tan rica en juegos de luz y sombras, es felicísima». No es completamente real esta aseveración, la idea que nos puede dar la contemplación del castillo de Coca en la actualidad no es sino la sombra del aspecto que presentaría en los siglos XV y XVI, donde ese contraste entre esas dos zonas se paliaría supliendo la ausencia de movimento de volúmenes de la arquitectura con las variaciones de vivo color de la pintura de sus muros.
Necesitamos de nuestra imaginación para reconstruir la ornamentación en todo su esplendor y entonces comprenderíamos que ese contraste del que nos habla Torres Balbás no era tal, el alarife juega con la arquitectura real y la fingida en una acepción barroca del lenguaje mudéjar.

Mientras la parte superior de sus muros está compuesta por una arquitectura muy movida con marcada cornisa de arquillos y tajado vertical de columnillas de ladrillo aplantillado, la parte inferior suplía ese juego de luces y sombras con una decoración pictórica que llenaba todo el espacio buscando el mismo contraste, con una concepción globalizadora del conjunto. En esa zona, bandas verticales de gran colorido en rojo almagre de motivo repetido en organización vertical alternaban con otras de color mortero, produciendo el mismo efecto de verticalidad que mantiene la arquitectura superior, prolongándola.

Una franja horizontal con decoración geométrica que recorre todo su perímetro, de rombos centrales con arcos apuntados arriba y abajo, producía la sensación de una cornisa de mocárabes. En el resto de los muros, recorridos por esa misma franja de falsos mocárabes. hiladas de ladrillo pintadas con las mismas dimensiones de las reales, confundían al espectador entre la realidad y la ilusión. En los paramentos inclinados de remate de los garitones, unas líneas de espina de pez, exageraban su esbeltez y prolongaban su punta hacia abajo...
En esa parte exterior los cuatro tipos de ornamentación definidos, conviven y se combinan, existiendo un plan general pre-establecido para su uso: en la parte superior, impera la oruamentación escultural-arquitectónica, como ya dijimos. En sus paños lisos, se extiende la ornamentación por medio de la llaga con terminación plana y pulido de aquella en sus hiladas horizontales, redondeando el borde superior del ladrillo en las cornisas donde éste se coloca en posición vertical. Una o dos franjas de ornamentación pintada recorre todo el perímetro para aligerar el gran espacio, con la imitación de la cornisa de mocárabes, descrita anteriormente.
En los garitones es donde se permiten variaciones de los motivos pictóricos, abundando la ornamentación pintada de motivos arquitectónicos (donde falsos tendeles de ladrillo producen distintas combinaciones con su falsa llaga), geométricos y, en ocasiones, florales.
En pequeños enclaves tambien se puede percibir ornamentación grabada.
Aunque como se ha dicho los motivos dc decoración más utilizados en el exterior del castillo, muy simples, son de tema geométrico o arquitectónico, existen tambien motivos epigráficos, herederos de la tradición musulmana del uso de la epigrafía con sentido decorativo, en la Torre del Homenaje, donde con pintura y letra gótica está escrito el nombre y la fecha de la fundación del monumento, ya mencionados, todo ello desgraciadamente incompleto; y una inscripción musulmana de rasgos cúficos, ejemplo único en este monumento, realizada con función ornamental en un paño de la torre de Pedro Mata (noroeste).
En el interior del castillo el artista ha dejado volar su imaginación e inventiva, y más parece en ocasiones una exposición de muestras de decoración, sin repetición de motivos, en este caso pintada (en la mayoría de las ocasiones) que algo homogéneo y planeado previamente, llegando a coexistir diferentes propuestas para cada uno de los paramentos de una misma habitación, solamente unificadas por las franjas que las recorren en sentido horizontal.
La decoración invade el espacio, techos y paredes, intradoses de ventanas y puertas. Sólo deja libre y pulida la zonabaja de los paramentos (hasta 1,50 m aproximadamente.) a modo de zócalo donde se arrimarían los muebles y, en paramentos de gran altura, una zona comprendida entre la decoración del muro (variable en altura) y la bóveda, así mismo decorada. El espíritu ilusionista del exterior también tiene aquí su representación, con falsos ladrillos pintados (aunque se correspondan en tamaño y posición a los reales subyacentes), despiece de sillares de piedra (nunca existentes) y trampantojo, en algún caso, de nervios y vanos no reales.
Quizás esta decoración pintada no existiera en la parte noble desaparecida, en la mayoría de los casos, la pintura mural es la solución barata para la sustitución de materiales nobles, costosos de importar de otras tierras, como son los mármoles, los alicatados, o los tapices.
El efecto de la ornamentación nos hace evocar los alarifes mudéjares, ya por su espíritu, la repetición exhaustiva de los motivos, la inclinación hacia la geometrización y la abstracción, la sensación de «horror vacui» que produce; ya por la paleta de colores que utiliza, restringida al blanco, rojo y negro; ya por los motivos: lazos y entrelazos, estrellas de a ocho, arcos de herradura (pintados, naturalmente) con despliegue de dovelas en blanco y rojo, líneas quebradas, zig-zags, hileras de puntas fijadas a un borde, todo ello con una sabia distribución de ángulos, curvas y contracurvas.
Estos motivos responden, en su mayor parte, a los que hemos denominado geométricos y arquitectónicos, pero tambien aparecen motivos heráldicos en las claves de las bóvedas con escudos (varios de los Fonseca, otros en los que en la actualidad no se adivina el tema), simbólicos, de los que hablaremos más adelante, vegetales con flores de seis pétalos, hojas, y árboles, y, excepcionalmente zoomorfos, en la figura repetida del pez.
Se ha querido ver en estos motivos simples, repetitivos, donde con gran ingeniosidad se modifican las disposiciones internas para conseguir un número interminable de figuras, de gran fuerza decorativa, precedentes en los diseños de tejidos de ascendencia musulmana. Pero, de tal manera esquematizados y con tal colorismo, los que aquí se pueden ver tienen mayor relación con la cerámica de alicatados o la de uso doméstico que en estos momentos se está utilizando en Paterna y Muel. Esta vinculación adquiere mayor significación en el caso de los motivos figurativos.
Por otm lado, la pintura mural permite una mayor variedad de combinaciones que los alicatados o tejidos, una versatilidad de variaciones sobre el mismo tema, un ingenio que hace que cada zona del castillo, con una repetición de motivos dentro de ella, sea diferente a las demás.
Como antecedente directo, con el mismo tipo de filosofia ante el muro, técnica de ejecución, materiales empleados y motivos de decoración, nos encontramos con la ornamentación recientemente descubierta bajo capas de revoco en la vecina iglesia de San Andrés de Cuéllar, en donde tambien pusieron la mirada los artífices de la ornamentación del castillo al realizar las hiladas de columnillas verticales de ladrillo aplantillado. ¿Mera coincidencia o podríamos pensar en un alarife que nació o conoció muy bien el edificio religioso de la villa segoviana, anterior en el tiempo a la ejecución del castillo?
Si comparamos las decoraciones de los dos monumentos, sin embargo, salta a la vista que el decorador de Coca muestra un grado mayor de manierismo, si en los ábsides de la iglesia citada el ilusionismo de la pintura se limita a la imitación de ladrillos y sillares, o al falseamiento de vanos con colores planos, aquí nos encontramos con un artista más sutil y refinado, que tiene en mayor consideración el efecto final de luces y sombras.
Hay que tener tambien en cuenta que este tipo de decoración, como queda ya dicho, no sería única en estos dos edificios; por el contrario, era la expresión de un lenguaje popular muy común en esta zona. En realidad, el castillo de Coca y su ornamentación son el resultado de varios condicionantes que coinciden: unos alarifes que seguramente conocerían San Andrés u otros edificios similares de la zona, un mecenas, D. Alonso, que vive grandes temporadas en Sevilla y por ello se complace con el efecto estético musulmán, un gusto generalizado en la segunda mitad del siglo XV por decorar las viviendas privadas de reyes y nobles a «lo morisco» (artífice, mecenas y sociedad).
Entre sus salas, correspondientes a las torres principales, destaca, en primer lugar la Sala de Armas, de planta cuadrangular, situada en el piso principal de la Torre del Homenaje, sobre la capilla, donde, como clave de una bóveda de horno, pintada con un despiece de sillares y falsos nervios con decoración roja de ondas, se encuentra, incompleto, el escudo de los Fonseca, con estrellas rojas de siete puntas sobre fondo blanco’
En sus cuatro paredes se extiende la decoración, ornamentación pintada, de igual disposición en todas ellas: A partir de 1,50 m, zona reservada sin decoración, se extiende una ancha franja de ornamentación geométrica en rojo.
Mayor variedad presenta la decoración de la Sala de los Peces,en la torre del suroeste, donde la aparición de las curvas y contracurvas invadeel espacio, entrecruzándose en forma de cinta con el propio despiece de dovelas (exageradamente alargadas, sin buscar el sentido de la realidad, sino un gusto manierista de las formas) de las puertas, formando el diseño de las franjas horizontales, constituyendo los propios motivos decorativos principales.
En esta sala la imaginación del artista se desborda: cada enmarque dcpuerta es diferente, como lo son las franjas correspondientes a cada pared yos temas centrales de cada paramento, en donde se juega con distintas combinacionesdel mismo motivo.
En la sala principal de la torre de Pedro Mata o del noroeste, se encuentra la Sala de las Jarras o del sonido de planta octogonal y bóveda de horno, volvemos a encontramos con pinturas de gran influencia musulmana. Es difícil imaginar la utilidad de esta sala, porque lo que nos podría sugerir su decoración,
relacionada con el agua y y de gran delicadeza, como si de uso privado o femenino se tratara, está en clara oposición con el uso del resto de la torre: en el piso bajo, prisión, en el siguiente, único comunicado con el anterior por su suelo, cuarto de vigilancia.

Texto extraído del trabajo de Carmen Rallo Gruss titulado "El castillo de Coca y su ornamentación".

30 de julio de 2012

Trampa para avispas

Todos hemos comprobado alguna vez lo molestas que pueden llegar a ser las avispas durante una comida al aire libre.
Sin ir más lejos durante el verano del 2011 sufrimos una verdadera plaga de estos insectos en nuestra urbanización y recibimos auténticos enjambres de avispas como invitados indeseables en nuestras comidas y barbacoas familiares.

Vamos a dar un truco o remedio infalible para evitar futuras invasiones, con este artilugio de eficacia asombrosa.
Este dispositivo tiene tres características fundamentales: Es muy fácil de fabricar, es ecológico, puesto que es selectivo y solo elimina las avispas y como ya hemos señalado es eficaz.

Materiales y herramientas


Una botella de plástico con tapón.
Un trozo de tubo corrugado o tubo flexible.
Un hilo o bramante.
Opcional: Un pincho de aperitivo (banderillas picantes)
Un cutter o tijeras.
Un trozo de carne como cebo.
Agua.


Fabricación

  1. Realizar dos agujeros enfrentados a 2/3 aproximadamente de la altura de la botella (contando desde la base)
  2. Cortar un trozo de tubo corrugado un poquito más largo que el ancho de la botella por la zona donde hemos perforado.
  3. En este mismo tubo hacer una pequeña ventana o agujero más o menos a la mitad de su longitud.
  4. Insertar el trozo de tubo por un orificio de la botella hasta que salga por el otro y dejar la ventana central mirando para abajo.
  5. Pinchar el cebo con  la banderilla y anudarlo con el bramante. Si no utilizamos el pincho, atar el cebo.
  6. Llenar la botella con agua hasta la mitad
  7. Introducir el cebo por la boca de la botella y descolgarlo hasta dejarlo por debajo del tubo.
  8. El otro extremo del bramante lo fijamos al enroscar el tapón. Y ya está!!

Funcionamiento

El olor que sale por los dos agujeros del tubo atraen a las avispas, éstas acuden y  entran por cualquiera de los dos orificios y cuando llegan a la ventana central entran a la botella de la que ya no van a poder salir.
Volarán por el interior hasta que al poco tiempo caigan en el líquido y morirán ahogadas.

Consejos

Colocar la botella preferiblemente al sol.
Una botella ideal sería una de agua o refresco de 1,5 o 2 litros.
El cebo puede ser un trozo de carne o pescado, sobre todo que tenga grasa y produzca olor. El chorizo, la mortadela y cualquier embutido son ideales.
Se puede añadir azúcar o miel al líquido para potenciar el olor.

16 de marzo de 2012

Ruta circular a las Jarillas

Características

Itinerario: Las Jarillas-Coto-Ituero.
Distancia: 9,5km.
Dificultad perfil: Suave-medio.
Tipología: Pista de tierra.
Carretera: Solo cruzar y 400 m. en el Coto.
Haz Click sobre mapa para ampliar

Descripción


Ruta sencilla que ya analizamos a fondo en una entrada anterior al ser una ruta ideal para hacer tanto a pie como en bici y que ahora actualizamos y adaptamos específicamente para ciclistas.

Tramo 1.
Partimos de la entrada de la urbanización tomando el camino paralelo a la carretera de Navas hasta el talud de la escombrera donde tomamos el Cordel de Berrocotos.

Este tramo inicial es  algo exigente  ya que ascenderemos durante este primer kilómetro y medio una  altura de 80 metros, lo que supone una pendiente media de aproximadamente el 5%. Lo peor son los primeros metros una vez que iniciamos el camino pasada la escombrera ya que es la parte con más pendiente y además han echado recientemente una capa de piedras sueltas alquitranadas que añaden gran dificultad al avance. Afortunadamente es un tramo corto.
Tomándolo con calma llegaremos sin problemas al Berrocoto de Zarzuela, punto más alto de la ruta y que hemos señalado como punto de interés ya que tenemos unas vistas impresionantes de los tres Calocos alineados perfectamente con toda la Sierra de Guadarrama al fondo y en días claros sin bruma se puede distinguir la ciudad de Segovia con su catedral.
A partir de este punto comienza un suave descenso por una pista que se ensancha bastante hasta llegar al primer desvío situado en una pequeña campa.

Aquí el camino se bifurca, el ramal izquierdo nos llevaría a Navas de San Antonio, el derecho que es el que tomaremos nos conducirá hasta la Urbanización del Coto de San Isidro.
Unos metros antes de llegar al Coto podremos ver en un prado a la derecha la Piedra del Sombrero o La Caperuza.

Tramo 2.
Al llegar al Coto saldremos a la calle Lorca, tomamos esta calle asfaltada hacia la derecha (dirección norte) hacia la Cerca Nueva, que es un antiguo camping reconvertido en urbanización, dejamos a la derecha la calle que sube a la Cerca y seguimos otros 200m. aproximadamente hasta tomar una pista que sale a la derecha, esta pista nos llevará hasta Ituero y Lama.

Tramo 3.
La pista, muy cómoda y bastante llana, nos conducirá sin problemas hasta la N-110 justo enfrente de Ituero, saldremos junto al puente sobre el Arroyo de la Piezga. Cruzaremos con mucho cuidado la N-110 y nada más pasar al otro lado nos encontraremos con un horno de cal que han restaurado. Continuaremos el camino y a pocos metros, justo a la altura de una torre de alta tensión debemos tomar el camino que sale a la derecha que lleva hasta Zarzuela.
Aquí el camino va ganando altura y aunque no tiene una pendiente exagerada está continuamente salpicado de grava y piedras sueltas de diferentes tamaños que impiden coger ritmo y al final lo convierten en el punto más duro de la ruta. Una vez superado podemos parar a echar un vistazo a la izquierda y contemplar las cárcavas de Ituero, fruto de la erosión del agua y el paisaje de campiña, muy diferente al de encinar y piedemonte que hemos dejado atrás.

Pronto llegaremos a la altura de la Urbanización, cruzamos la N-110 con mucho cuidado y tomamos el camino que desde la nacional nos sube a la urbanización, eso sí sufriendo la peor rampa con diferencia de toda la ruta. Además si vivimos en la parte media o alta de la urbanización necesitaremos un esfuerzo extra.
Fin de trayecto.

Mapa y perfil en Wikiloc

Haz click en la bandera verde para ver todos los detalles.

13 de febrero de 2012

Cicloturismo por Segovia

Esta entrada está dirigida a los aficionados al ciclismo y en ella van a encontrar un buen número de itinerarios para realizar por toda la provincia de Segovia.

En primer lugar vamos a hablar de un libro muy recomendable del autor Juan Pedro Aragoneses Maroto titulado "Cicloturismo base en la provincia de Segovia: Itinerarios sencillos y familiares".

Después indicaremos un enlace para descargar un extenso documento con itinerarios elaborado por el mismo autor titulado "Pedaleando por Segovia. Itinerarios cicloturistas" que forma parte de una iniciativa turística promovida por el Patronato de Turismo de Segovia. En este documento en formato pdf encontraremos un par de rutas que pasan por nuestra zona, el itinerario de los Palacios y el itinerario del Trigo Castellano.

Para finalizar el artículo comentaremos en que estado se encuentra el proyecto de la futura vía verde Valle del Eresma.

El Libro: Cicloturismo base por la provincia de Segovia


"Un buen día, Juan Pedro Aragoneses decidió dar un paseo en bicicleta con su hijo, Juan, eligiendo un recorrido cercano a su domicilio. La pareja se lo pasó en grande durante la ruta que realizó por Valdeprados y, al volver a casa, ambos decidieron repetir la experiencia.
El padre se preocupó entonces de buscar bibliografía sobre rutas de cicloturismo para familias, sorprendiéndose de que, en Segovia, no existiera ningún libro al respecto. Este contratiempo no impidió a Juan Pedro y a Juan llevar a cabo su propósito y así, a lo largo de los últimos tres veranos, han pedaleado juntos por cerca de 70 itinerarios que recorren hasta 47 localidades segovianas, de cada uno de los cuales fueron escribiendo un breve resumen, germen del libro “Cicloturismo base en la provincia de Segovia: Itinerarios sencillos y familiares", publicado en la colección Naturaleza y Medio Ambiente de Caja Segovia". Texto extraído de El Adelantado de Segovia.

El autor de la obra, del que ya publicamos un artículo sobre su libro anterior de rutas titulado Labores Mineras en Otero de Herreros comenta que, a la hora de diseñar los itinerarios, intentó que primara la seguridad de los cicloturistas y sobre todo para que pudieran realizarse con niños.

En ese sentido, la mayoría de los itinerarios incluidos en la obra transitan por caminos poco utilizados por vehículos. De igual forma, las rutas desarrolladas en el libro son muy sencillas. Van de cinco a veintidós kilómetros, por lo que su grado de dificultad es bajo.

Sobre el texto del libro, el autor ha intentado no usar tecnicismos, con la intención de hacerlo más accesible a los más pequeños.
La obra que consta de 230 páginas, recibió una de las becas de Medio Ambiente de Caja Segovia del año 2.010.
El libro se complementa con una introducción al cicloturismo, explicando la equipación necesaria para realizar una ruta, la alimentación más conveniente e, incluso, algunas nociones de mecánica, por si durante el trayecto se produce el siempre temido pinchazo.

Este libro se puede adquirir en las siguientes librerías de Segovia al precio de 10€:
  • librería Antares.
  • librería Punto y Linea.
  • librería Cervantes.
Todo el dinero recaudado por la venta de este libro se destinará integramente a proyectos sociales.

Pedaleando por Segovia. Itinerarios cicloturistas


Mientras esperamos la adquisición del libro podemos ir echando un vistazo a la siguiente guía en formato pdf que también es un trabajo de Juan Pedro Aragoneses y que va ilustrado por sus propias fotografías y las de Jose María Díez Laplaza y está editado por el Patronato Provincial de Turismo de Segovia.

Esta guía forma parte de un proyecto de dinamización turística promovido por dicho Patronato en virtud del cual se han publicado hasta 16 guías diferentes para el fomento del turismo en toda la provincia.

Esta guía  consta de 20 rutas cicloturistas, estructuradas en 12 itinerarios solo de ida y otros 8 de ida y vuelta, abarcando un total de 1.500 kilómetros por carreteras y caminos segovianos y visitando hasta 87 municipios distintos.
Los itinerarios discurren por sitios interesantes y pintorescos, organizados a partir de temáticas como palacios de la provincia, las bodegas, la geología, los castillos o las dehesas.

En la imagen vemos a J.P. Aragones en el  Patronato de Turismo el día que se dió a conocer a los medios esta iniciativa, explicando los trazados que forman parte de la guía "Pedaleando por Segovia" al Presidente de la Diputación de Segovia Francisco Vázquez y al Diputado de Cultura, Turismo y Relaciones institucionales José Carlos Monsalve.

De estas 20 rutas propuestas, las dos primeras las tenemos a nuestro alcance ya que pasan por las inmediaciones de la urbanización, otra cosa es que tengamos piernas suficientes para completarlas aunque eso solo será cuestión de ir entrenando, en cualquier caso siempre podremos realizar un tramo de las mismas con una distancia acorde a nuestro nivel.
Estos dos itinerarios son el de los Palacios y el del Trigo Castellano con 47 y 60 kilómetros de distancia respectivamente a los que habrá que sumar los de vuelta.

Vía Verde Valle del Eresma


Sobre esta Vía verde segoviana que lleva tanto tiempo diseñada y que los cicloturistas están esperando como agua de mayo, existe poca información y no nos atrevemos a dar una fecha para su inauguración, aunque si nos atenemos a los plazos oficiales, esta nueva vía verde debería estar puesta en funcionamiento a principios del 2.013, dicho esto con todas las reservas.

El Programa de Vías Verdes nació con la intención de recuperar las antiguas vías abandonadas de ferrocarril para convertirlas en lugares transitables para senderistas y ciclistas e impulsar los sectores socioeconómicos de las zonas por las que discurren, sobre todo el turístico. En España ya existen más de 1.900 kilómetros de vías reconvertidas en espacios verdes y otros muchos están proyectados y en ejecución como en el caso de la vía del Valle del Eresma.

Hasta el momento la provincia de Segovia no tenía ninguna vía verde y se ha aprovechado esta antigua línea de ferrocarril que cubría el trayecto entre la capital segoviana y Medina del Campo que terminó de prestar definitivamente servicio el 25 de septiembre de 1.993, si bien la vía verde finalizará unos kilómetros antes, en la localidad vallisoletana de Olmedo.

El punto de partida en la capital segoviana seguramente sea el paraje conocido como la alameda de la Fuencisla y atravesará los términos de Segovia, Valverde del Majano, Hontanares de Eresma, Valseca, Los Huertos, Yanguas de Eresma, Armuña, Santa María la Real de Nieva, Ortigosa de Pestaño, Nieva, Nava de la Asunción y Coca, en la provincia de Segovia; y los de Fuente Olmedo, Aguasal y Olmedo como final de ruta ya en la provincia de Valladolid.

El trazado final de la vía verde constará de 70 kilómetros y discurrirá por los municipios antes citados, si bien serán muchos más los que se beneficien turísticamente de esta infraestructura por su proximidad.
En algunos tramos esta vía verde discurrirá paralela a la nueva línea de alta velocidad que une de momento Valladolid con Madrid, ya que se aprovechó parte del trazado de la antigua línea para el AVE.

Estación de Ciruelos de Coca
Setenta kilómetros dan para mucho, se está recuperando alguna estación como la de Ciruelos de Coca con fines turísticos y educativos se han proyectado quince áreas de descanso y cinco miradores en los lugares más singulares, su recorrido será asfaltado para facilitar el disfrute de senderistas y cicloturistas, que poseerán sendos carriles de 1 y 2,5 metros de ancho.
Puente de la futura vía verde del Eresma paralelo a la línea del TAV Madrid-Valladolid


18 de enero de 2012

Zarzuela del Monte

En el extremo suroeste de la provincia de Segovia, cerca de Villacastín, y atravesado por la carretera N-110, se encuentra Zarzuela del Monte, una de las dos zarzuelas de la provincia.
Zarzuela del Monte. Dimas
Este bonito pueblo se ubica en un lugar privilegiado prácticamente a medio camino entre las dos ciudades Patrimonio de la Humanidad de Segovia y Ávila.
Según el Instituto Nacional de Estadística en el año 2010 había en Zarzuela del Monte 602 personas censadas.

El origen de su nombre se encuentra en el diminutivo de la palabra zarza, arbusto de la familia de las Rosáceas, que sirvió de referencia para nombrar el lugar a sus primeros moradores. A mediados del siglo XIII, se la conocía como Sarçuela.

En el pueblo destacó como actividad propia la de "machar" las cepas de las encinas del monte, y de la que ha quedado como recuerdo el oficio ya desaparecido de los "machoteros" de donde viene el gentilicio de Zarzuela del Monte; la machota era la herramienta con la que se golpeaba los troncos. En esta labor se machaban las encinas para extraer la mejor leña y despues quemarla obteniendo carbón vegetal y con las ramas más pequeñas se sacaba un carbón de inferior calidad denominado "cisco". Además, se machaba también  la corteza de la encina para curtir el cuero.

El pueblo


El municipio está situado a 1.005 metros de altitud sobre el nivel del mar, y se encuentra en el límite entre la campiña segoviana y el piedemonte de la Sierra de Guadarrama y aunque el pueblo se ubica en un falso llano, tiene al sur de su término municipal una pequeña sierra conocida como la Sierra de Zarzuela.

El casco urbano se organiza y distribuye en torno a las Plazas del Ayuntamiento y la del Caño, esta última hace referencia a la  fuente principal del pueblo, antiguamente a las afueras existían otras dos que solo utilizaban los vecinos para el ganado salvo que hubiera sequía o problemas con la fuente del Caño ("Diccionario Geográfico-Estadístico Histórico de España y sus posesiones en ultramar" Pascual Madoz 1.848-50).

El Ayuntamiento es de estilo castellano donde destaca la galería de soportales sustentada por siete arcos de piedra y cuenta con una torre en su fachada oriental que sobresale por encima de todo el edificio.

En unas dependencias anexas al Ayuntamiento podemos visitar el Museo-Pinacoteca de Arte Contemporáneo de Zarzuela del Monte, que cuenta con un fondo de más de trescientas cincuenta obras de artistas internacionales (pintura y escultura), procedentes de toda Europa, Marruecos, Brasil, Argentina y por supuesto, de España. www.museozarzuela.com.
También en la Plaza del Ayuntamiento y en el edificio contiguo a la Casa Consistorial se encuentra el hogar del jubilado, donde los mayores del pueblo pueden reunirse.

Además en el casco urbano podemos encontrar las típicas construcciones de piedra y de granito que es tan abundante en la zona, de entre todos los edificios destaca su iglesia.

La iglesia parroquial de Zarzuela del Monte está advocada a San Vicente Mártir, y declarada Monumento Histórico Artístico desde el año 1998.

Detalle del ábside
Este templo románico constaba originariamente de una sola nave con pórtico, y en las reformas realizadas durante el siglo XVI se sacó una segunda nave, por lo que hoy, lo mas representativo de su parte románica lo encontraremos en la cabecera del templo, conformada por un ábside de tres series superpuestas de nueve arcos de medio punto de ladrillo, sobre los que discurre una cornisa de canecillos decorados con motivos geométricos y figurados.

Sobre el conjunto templario en la fachada norte sobresale su torre de tres cuerpos, construida en sillería y mampostería. El cuerpo superior de campanas tiene dos arcos en cada frente.
En las fachadas hay rasgos evidentes de la ampliación realizada durante el siglo XVI, en el frente sur aún se conservan piezas de impostas y sillares de caliza de su origen románico así como toda su cornisa de sencillos canes.
El acceso a la iglesia se realiza a través de una portada incluida en dicha ampliación del XVI.

Dentro del templo destaca su espléndido artesonado de madera mudéjar, así como varios retablos, el mayor de ellos, es una obra barroca de principios del siglo XVII y el de Nuestra Señora del Carmen o de San Roque, son de estilo rococó de mediados del mismo siglo y realizados por el entallista de Arévalo Antonio Lozano. Preside la nave una gran cruz gótica como es habitual en otros templos de la diócesis segoviana.
Se conserva una imagen de la Virgen con el niño en sus rodillas. Es una talla de madera policromada fechada en el siglo XIII.

A las afueras del pueblo en las proximidades de lo que hoy es el parque municipal, hubo una ermita en honor al Cristo de la Agonía, hoy desaparecida.
También a la entrada del pueblo en la C/ de la Iglesia, una vez pasado el cementerio nos encontramos con un humilladero coronado por una cruz de granito.

En cuanto a los equipamientos deportivos Zarzuela cuenta con el obligado frontón tan habitual en los pueblos castellanos y un campo de fútbol sala, este último situado en la parte baja del pueblo.
El municipio cuenta con una escuela pública que imparte los ciclos de infantil y primaria.

El transporte es bastante deficiente ya que el único medio que pasa por el pueblo es el autobús de línea regular Ávila-Segovia.

El entorno


Geológicamente podemos diferenciar dos zonas que además dividen el término municipal en dos mitades casi exactas y separadas por la carretera nacional N-110 que cruza todo el territorio de este a oeste.

La zona norte estaría formada por las llanuras de arenas y arcillas depositadas por las cuencas sedimentarias desde el paleógeno, dando lugar a un paisaje típico de campiña de suaves lomas y planicies que son aprovechadas para el cultivo de cereales y oleaginosas principalmente.

Entre estas lomas, las redes de drenaje van dibujando surcos y cuando la erosión es mayor y los materiales son más compactos dan lugar a barrancos y cárcavas.

La mitad sur correspondería al piedemonte silíceo, fruto de la orogenia alpina del Sistema Central dando lugar a un paisaje de pequeña sierra conocida como Sierra de Zarzuela donde predomina el encinar y monte bajo salpicado constantemente por bloques de granito algunos de ellos de gran tamaño.

Hay que destacar que el 96% del término municipal de Zarzuela del Monte es un espacio protegido bajo la denominación de LIC (Lugar de Interés para la Comunidad) "Valles del Voltoya y Zorita" y ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) "Valles del Voltoya y Zorita" y además es una zona de gran importancia para la recuperación del águila imperial.

Topograficamente tenemos en el término municipal un desnivel máximo de aproximadamente 270 metros, la cota más alta (1.200 m.) se encuentra en el límite suroccidental en las inmediaciones del Cancho de Berrocoto que además es vértice geodésico (1.216 m.), aunque éste ya pertenece al término de Las Navas. La zona más baja se encuentra justo en el extremo opuesto, en el límite nororiental del término municipal, en un paraje conocido como la Barranca (930 m.) por donde discurre el arroyo homónimo justo antes de desembocar en el Río Moros.

Los Calocos desde Navas
Por encima de la Sierra de Zarzuela sobresalen los conocidos como tres calocos, el Tomillarón o Caloquillo (1.353), el Alto del Caloco Mediano (1.439) y el Cerro del Caloco (1.562) el más grande de la familia y en cuya falda suroeste se encuentra la ermita del Cristo del Caloco y en la vertiente noreste acoge a la ermita de Nuestra Señora de la Losa de la que se conservan sus ruinas.

Hay que recordar que al pie del Caloquillo se encuentra también la ermita de San Antonio del Cerro por lo que no parece casual tantos emplazamientos religiosos ligados a estos montes y es que desde la antigüedad  los Calocos han fraguado una leyenda bastante merecida como lugar de poder, de hecho recientemente se han encontrado restos arqueológicos en la cima del Gran Caloco que los expertos catalogan como un asentamiento de la edad del bronce y otros restos en el Caloco Mediano que algunos arqueólogos apuntan a que podían tratarse de construcciones dedicadas al culto y a la celebración de rituales.

Esta pequeña sierra cuenta además con bellos parajes muy conocidos por los lugareños como el Cancho la Lucía y el Cordel de Berrocotos donde podremos encontrar grandes y variadas moles de granito con todo tipo de formas.

Todos estos bolos granitoides configuran en su conjunto un LIG o Lugar de Interés Geológico que ha sido catalogado bajo la denominación de "Berrocales de Zarzuela del Monte" y del que existe alguna bibliografía como la "Guía de Monumentos Naturales de Zarzuela del Monte" de Ángel Dimas y Henar Piñuela y el libro "Las Raíces del Paisaje" de Andrés Díez Herrero y José Francisco Martín Duque.

Además de este LIG, el término municipal de Zarzuela cuenta con otros dos más, el cabalgamiento de Zarzuela que puede verse en el corte del talud de la carretera nacional N-110 situado justo bajo la Urbanización Las Jarillas, y las Cárcavas de Ituero, que pese a llevar la denominación del municipio vecino, gran parte de ellas se encuentran en tierras machoteras.

Son típicas de esta zona del piedemonte las cuestas, así en Zarzuela tenemos varios parajes que cuentan con esa toponimia, la Cuesta del Barrio, de las Serias, del Cerrón y Colorada, todas ellas parten del pueblo hacia la Sierra de Zarzuela.

La red hidrográfica está constituida por una serie de pequeños cauces de escasa importancia. A un kilómetro del pueblo, en la intersección de la N-110 con la carretera de Marugán (SG-322) cruza el arroyo de las Huertas y Revuelca que es el cauce más importante del municipio y  vierte sus aguas una vez que sale del término municipal en el río Moros. A su vez el arroyo de las Huertas recoge el agua de varios regueros que bajan de la sierra,  el arroyo del Hondón y el río de la Sierra son los principales.

Sobre el arroyo de los Caces, existía antiguamente un molino harinero que sólo permanecía activo los tres primeros meses del año debido a su irregular caudal (Pascual Madoz.1848-50).
Desconocemos a que arroyo se refiere Pascual Madoz pero sospechamos de que el arroyo de los Caces también mencionado en otros tratados antiguos, se trataría del actual arroyo de las Huertas y Revuelca o cualquiera de sus afluentes aguas arriba en la sierra.
Hemos comprobado que existen ciertas discrepancias entre la toponimia local utilizada y la cartográfica registrada y descrita por topógrafos y geógrafos; así mientras en los mapas aparece el arroyo de Zarzuela del Monte, los lugareños lo conocen como el río de la Sierra. Creemos también que el arroyo del Hondón de la Dehesa que figura en los mapas se correspondería con el conocido por la gente de la zona como reguero de la Tejera.
Suponemos por este motivo que el arroyo de los Caces puede tratarse del actual arroyo de las Huertas. Si algún conocedor de estos lugares sabe algo al respecto agradeceríamos que dejara su comentario aclaratorio al final de este artículo.

La red de caminos y senderos es interminable por lo que es un lugar ideal para senderistas y ciclistas. Hay una gran cantidad de caminos rurales utilizados para dar servidumbre a los campos cerealistas y que pueda acceder la maquinaria pesada imprescindible en la agricultura de hoy en día. Entre estos caminos destaca una vía pecuaria: El Cordel de Marugán.
Esta vía pecuaria entra en el término municipal de Zarzuela por el suroeste y discurre por el Cordel de Berrocotos, pasa justo por delante de la Urbanización Las Jarillas y cruza la N-110 para continuar rumbo noroeste y abandonar el municipio por el paraje de la Viniegra donde se encuentra un yacimiento arqueológico, en este punto la vía atraviesa el arroyo Piezga y continúa su trazado ya en tierras de Monterrubio.

Hay catalogados hasta cuatro pequeños yacimientos arqueológicos en el territorio de Zarzuela del Monte si bien son considerados de escasa importancia, existen dos conocidos como el de los Hoyos y el de la Cabeza cuyas dataciones y tipologías son inciertas y quizás los más relevantes son el ya mencionado de Viniegra que se atribuye a la tipología romano-altoimperial y que se sitúa junto al arroyo Piezga y el de El Comedero que corresponde posiblemente al final de la edad del bronce, situado junto al arroyo de las Huertas y Revuelca en el noreste del municipio.

Festividades y eventos


Los vecinos celebran sus fiestas patronales en honor a San Vicente Mártir el 22 enero ya que es el patrón del pueblo; pero las más concurridas son las de la Virgen del Carmen el 16 de julio y sobre todo las de San Roque el 16 de agosto que han ido ganando importancia respecto a la primera debido a que al realizarse en período estival son muchos los visitantes que acuden a Zarzuela y también muchos los hijos de la localidad que se marcharon y aprovechan sus vacaciones para volver al pueblo.
Así las fiestas de Agosto de San Roque son las que han quedado como las fiestas mayores y durante la semana anterior a esta se celebra la semana cultural con actividades y concursos para todos los públicos en especial para los mayores del pueblo y los niños.

Además son muy conocidas las tres romerías anuales a la ermita de San Antonio del Cerro, una principal por la festividad de San Antonio el día 13 de junio, otra al domingo siguiente de esta y la última, el segundo domingo de octubre. Tanto la ermita como la devoción por su santo son compartidas con los vecinos de Navas de San Antonio y Vegas de Matute.

Otros eventos interesantes en el pueblo son la popular carrera de San Silvestre y el concurso “Tu sí que sabes".
La San Silvestre machotera se celebra la tarde del 31 de diciembre y cada vez tiene una mayor participación en sus cuatro categorías, chupetín, benjamín, infantil y senior. Después de la carrera se programa una chocolatada para todos, corredores y público.
El concurso “Tú si que sabes” reta a los vecinos a demostrar el conocimiento que tienen del pueblo y de la comarca. Se celebra durante el verano entre las fiestas del Carmen y de San Roque y en el año 2011 que se cumplía la quinta edición hubo hasta 50 equipos participantes. Tras la entrega de premios se invita a todo el mundo participe o no, a una merienda.

Historia


De 1247 se tiene constancia de la primera referencia a Zarzuela del Monte y se cita solamente como Sarçuela, pero debió añadirse el sufijo "del Monte" en el siglo XV. Su nombre significa que este pueblo se levanta en una zona donde abundan zarzales.

Zarzuela del Monte perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia y  dentro de esta al sexmo de San Martín. Su término de 2860 hectáreas se caracteriza por ser un terreno desigual, de poco valor agronómico pero ideal para la actividad ganadera, que desde hace siglos se ha practicado aquí.

Se ha difundido en diversos sitios de internet; creemos que erroneamente que en el año 1448 una carta de Enrique IV ordenó la fusión de Zarzuela del Monte con el vecino pueblo de Navas de San Antonio, pasando a llamarse Navas de Zarzuela. Sin embargo hemos descubierto gracias a una pila bautismal antigua del año 1587 del Obispado de Segovia, que en realidad no hubo tal fusion sino que nuestra localidad vecina que por entonces debia llamarse simplemente Las Navas, paso a llamarse Navas de Zarzuela del Monte.

Tampoco cabe pensar que Las Navas fueran una pedanía, barriada o parroquia de Zarzuela del Monte ya que segun reflejan los datos de esa pila bautismal, la poblacion de Navas de Zarzuela (213) doblaba la de Zarzuela del Monte (110). Ambas poblaciones aparecian como parroquias independientes y  pertenecian a la vicaría de Abades.

Unos años más tarde, un hecho trascendental motivó un nuevo cambio en la denominacion de nuestros vecinos de Navas: la aparición milagrosa de San Antonio, llamado del Cerro, hecho recogido con todo detalle por el Notario Marín Gómez y cuya historia detallaremos en un futuro articulo monografico sobre la ermita de San Antonio; dicha acta notarial lleva fecha de 1455.

En ese mismo año se constituye la cofradía del Santo y poco después, debido a la creciente devoción de la gente del lugar, se construye una ermita en el lugar de la aparición, donde tradicionalmente se desarrollan dos romerías. Debido a esto, el pueblo pasaría a llamarse poco a poco Navas de San Antonio hasta que en el siglo XVII queda finalmente con este nombre para siempre.

Curiosidades


Sociedad: Se han organizado varias caravanas de mujeres a la localidad ya que el pueblo cuenta con un gran número de solteros desde hace unos años debido a la despoblación que sufre el medio rural en las últimas décadas. En el año 2010 se celebró la quinta edición de estas caravanas, desconocemos si de ellas fructificó alguna pareja.

Cine: Vicente Aranda comenzó a rodar las primeras tomas de su película “El séptimo día” en Zarzuela. Esta película protagonizada por Victoria Abril y Juan Diego trata sobre los crímenes de Puerto Hurraco y se rodó íntegramente entre las localidades de Zarzuela del Monte, Otero de Herreros y Vegas de Matute.

El rodaje levantó cierta polémica en Extremadura, tierra donde se produjeron los trágicos hechos, ya que veían esta película como una forma innecesaria de hurgar en la herida, quizás por eso el rodaje finalmente se llevó a tierras segovianas donde fue muy bien acogido. Algunos vecinos de los tres municipios participaron como figurantes en la película.

Arte: Existe una canción llamada “Jota de Ronda de Zarzuela del Monte” muy famosa en la música folclórica segoviana que incluso está editada en una cinta de casete llamada “Cantares del Pueblo” del sello Sonifolk.

Naturaleza: El término municipal cuenta con una gran cantidad de rocas graníticas con formas variopintas y asombrosas, muchas de ellas con cierta leyenda popular. Algunas se encuentran recogidas en la Guía de Monumentos Naturales de Zarzuela del Monte editada por Segovia Sur, ilustrada por el pintor de la localidad Ángel Dimas que además recogió la leyenda oral de los más veteranos del pueblo sobre las piedras y cuya redacción fue realizada  por María Henar Piñuela González.
Recientemente los vecinos de las Jarillas han puesto en marcha el Proyecto Piedras para fomentar el conocimiento de estas rocas tan bellas y singulares.

Machoteros ilustres


Sixto Montalvo
Sixto Montalvo Bermejo “ Sixto Saluda” (1891-1960), maestro dulzainero de la época, amenizaba con su dulzaina fiestas y romerías y transmitió a otros alumnos su arte.
Luis Barreno

Luis Barreno Antón (1936-2001), otro ilustre dulzainero, discípulo de Sixto Saluda al que los expertos califican como virtuoso y enérgico, autor de la famosa “Jota de Ronda de Zarzuela” y que es homenajeado todos los años en la Semana Cultural del pueblo que se celebra la primera semana de agosto.

Emeterio Bermejo "Tío Mete", gran guitarrista y especialista en jotas y rondas, acompañaba a los mozos por las noches, para echar la ronda a las chicas solteras del pueblo, costumbre que desgraciadamente se ha ido perdiendo hasta caer en desuso.

Ángel Pérez Dimas (1947), pintor de la localidad con una amplia y variada obra entre las que destacan sus pinturas sobre naturaleza, tauromaquia y retratos.
Pintor Dimas
Es el coautor e ilustrador de la Guía antes referida, donde podremos disfrutar de algunas de sus pinturas dedicadas a estas piedras tan singulares que forman parte del patrimonio geológico de los machoteros y de todos los segovianos.
Queremos dar las gracias a Ángel Pérez Dimas por el material gráfico que nos ha cedido y la información que nos ha aportado para realizar este artículo.

Y fueron muchos los tamboriteros y dulzaineros de Zarzuela del Monte que con su arte y cariño por las tradiciones lograron transmitir hasta nuestros días el bello folclore castellano, por citar solo a algunos destacaríamos a Crescencio Antón Bermejo que solía acompañar con su tambor a Sixto Saluda.

Valentín Pérez y Gregorio Dimas
Otra pareja muy afamada en la época  era la formada por Valentín Pérez Otero al tamboril y el dulzainero Gregorio Dimas Montalvo, ambos amenizaron durante muchos años, las festividades de Zarzuela y muchos otros pueblos de alrededor.

Y todavía hoy algunos machoteros continúan manteniendo viva esta tradición como los hermanos Barreno, Jose Luis como tamboritero y Diego como dulzainero, hijos ambos de Luis Barreno Antón del que heredaron su arte.
Destacamos a otro gran valor del folclore castellano actual, Juan José Cid Cotobal, profesor  de varias escuelas de dulzaina como la de Valverde del Majano, El Escorial, San Rafael, Guadarrama, Cercedilla, Cantimpalos, Arévalo y por supuesto la escuela de Zarzuela del Monte de donde han salido  nuevos valores  machoteros como Rafael Garcia de Frutos “Rafita”, Francisco Herrero Orejudo y Rafael Herrero Herranz en la dulzaina y David Dimas Barreno y Francisco Javier Otero Herrero en el tambor.
Otro machotero y maestro de la dulzaina, es Pedro José Pérez Gomez, profesor de la escuela de dulzaina de la Aldea del Rey Niño, que actúa en fiestas y certámenes por todo el territorio nacional.

Recordar también en el mundo de las letras a personas como Mariano Herranz Bermejo, "Mariano Cojonudo", cronista y poeta local gracias al cual y a otros tantos como él, las historias, leyendas y tradiciones de todos nuestros pueblos perduran en el tiempo pasando de padres a hijos y conservándose vivas en la memoria como parte de nuestro patrimonio cultural. También  otra gran creadora como Enedina de la Puente Gila, poetisa con un gran repertorio de poemas dedicados al pueblo, sus costumbres y sus personajes.

En el campo del espectáculo, en Zarzuela hay dos ejemplos magnificos, uno es Alberto Cid Pérez de sobra conocido por toda nuestra comarca, director y máximo responsable de la Orquesta Tritón con actuaciones en las fiestas de toda España. 
La otra es Teresa Martín "La Piconera", biznieta del "Tío Mete", que con sus espectáculos de copla, esta recorriendo los pueblos de Castilla con notable éxito.
Y por último citar a Pedro Ramón Antón Bermejo escritor de obras teatrales y actor intérprete de las mismas.

Calendario Machotero

Fuegos por San Roque


22 de enero: Festividad San Vicente Mártir
13 de junio: Romería San Antonio
Siguiente domingo de junio: 2ª Romería
16 de julio: Fiestas del Carmen
1ª Semana agosto: Semana Cultural
16 de agosto: Fiestas de San Roque
Segundo domingo de Octubre: 3ª Romería
31 de diciembre: Carrera San Silvestre